La neuroestética ha emergido como un campo interdisciplinario que busca comprender la relación entre el arte y la experiencia estética a través de la lente de la neurociencia. En este contexto, el artículo de (Consoli, 2014) proporciona un marco teórico que integra diversas perspectivas sobre la experiencia estética, destacando la importancia de considerar tanto los procesos cognitivos como los neurológicos que subyacen a la apreciación del arte. (Consoli, 2014) menciona contribuciones clave de autores como Leder, Berlyne y Vartanian, quienes han explorado cómo las respuestas psicológicas y neuronales a la obra de arte son influenciadas por las historias del espectador y del propio arte, lo que sugiere que la experiencia estética no es simplemente un fenómeno individual, sino que está profundamente enraizada en un contexto cultural y personal.
Avanzando en esta línea de pensamiento, (Pelowski et al., 2016) actualizan y comparan modelos psicológicos contemporáneos de la experiencia artística, ofreciendo un marco que conecta las artes y las ciencias. Su análisis sobre las emociones estéticas y la interacción estética resalta cómo la ambigüedad y la complejidad en el arte pueden afectar la apreciación y el juicio estético, sugiriendo que la experiencia del arte es un proceso dinámico que involucra tanto la percepción visual como la respuesta emocional. Este enfoque enfatiza la necesidad de investigar no sólo los aspectos cognitivos, sino también las reacciones emocionales que el arte provoca en los espectadores, lo que es esencial para una comprensión holística de la estética.
Por otro lado, el trabajo de (Gallese, 2017) introduce la noción de simulación encarnada y cómo esta puede iluminar la experiencia estética. Al abordar la relación entre el cuerpo y la percepción, (Gallese, 2017) propone que la experiencia estética no puede ser completamente comprendida sin considerar la fisiología del cuerpo humano y su interacción con el entorno. Este enfoque experimental desafía las nociones tradicionales de la estética, sugiriendo que la insatisfacción con la realidad cotidiana impulsa a los humanos a crear y representar mundos imaginarios. La idea de que los conceptos de ‘interno’ y ‘externo’ son meras etiquetas verbales para describir una relación dinámica entre el cuerpo y el mundo resuena con la búsqueda de la neuroestética por entender cómo los seres humanos proyectan sus deseos y anhelos a través del arte.
Si bien, toda actividad humana puede ser llamada ‘neuro’, ya que es ejecutada por humanos que se llaman a si mismos ‘sapiens’, es cierto que las interacciones sociales también lo son. Y desde ese punto de partida, estos artículos ofrecen una visión comprensiva de cómo la neurociencia y la psicología pueden informar nuestra comprensión de la estética, resaltando la complejidad de la experiencia artística y la necesidad de un enfoque interdisciplinario que contemple tanto los procesos cognitivos como las dimensiones emocionales y corporales de la apreciación del arte.
Referencias:
Consoli, G. (2014). Brain and Aesthetic Attitude: How to Integrate Old and New Aesthetics. [PDF]
Pelowski, M., S. Markey, P., O. Lauring, J., & Leder, H. (2016). Visualizing the Impact of Art: An Update and Comparison of Current Psychological Models of Art Experience. ncbi.nlm.nih.govGallese, V. (2017). Visions of the body. Embodied simulation and aesthetic experience. [PDF]